sábado, 18 de marzo de 2017

Visión y Sida

El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es el agente que causa el SIDA. Este virus destruye las células del sistema inmunitario y deja a nuestro organismo indefenso frente a cualquier tipo de infección de ahí que se hable de infecciones oportunistas, tales como:
  • Retinopatías producidas por el VIH, en exploración fondo de ojo se observan exudados algodonosos
  • Retinitis por citomegalovirus, de la familia del herpes, la mayoría de la población hemos estado en contacto con él sin más consecuencias, siempre que el sistema inmunitario se encuentre sano.
  • Sarcoma de Kaposi, nódulos múltiples azulados de la piel semejante a granulomas infecciosos, con hemorragias y caracteres neoplásicos. Es llamado también como sarcoma idiopático múltiple hemorrágico. Se observa principalmente en ancianos y en personas inmuno deprimidas como trasplantados y pacientes de SIDA, en pacientes con el virus estos nódulos suelen presentarse en párpados y conjuntiva. Su diagnostico es a partir de una biopsia.
  • Retinitis herpética, son infecciones por herpes zoster, son bastante habituales, puede aparecer una neuropatía óptica, que se presenta con un dolor intenso de cabeza y una gran disminución de la salud visual.
Las infecciones oportunistas no se contagian de persona a persona sino que son debidas a los gérmenes que nos rodean, que cuando el sistema inmunitario se encuentra en perfecto estado no causan daño pero cuando este se encuentra afectado aprovechan para desarrollarse y producir enfermedades, muchas de ellas se manifiestan como trastornos de la visión o de los ojos, estas requieren un tratamiento especial y con ello una manera especial de plantear el examen visual.
La retina es el órgano predilecto de este virus, provoca inflamación y hemorragia las cuales sin tratamiento pueden llegar a destruir la retina provocando una disminución del campo visual e incluso llegar a la ceguera, es muy importante que los pacientes con SIDA o VIH se realicen exámenes optométricos y oftalmológicos periódicamente.
En los pacientes en los que el virus haya afectado al sistema visual describirán sus síntomas como:
  • Visión borrosa
  • Visión doble, diplopía
  • Manchas negras en la visión.
  • Deslumbramientos
  • Cambios en la percepción del color
  • Alteraciones en la visión, habrá días que vera mejor y otros que peor, en este punto habrá que determinar si esta sensación la produce el propio virus en sí o la medicación del paciente.

CLASIFICACIÓN DE GOTTEBS

La clasificación más completa de las patologías oculares mas frecuentes que sufren estos pacientes:
  1. Enfermedad vascular retiniana.
    • Exudados algodonosos, nos indica un mal pronóstico de la enfermedad.
    • Hemorragias retinianas
    • Maculopatía isquémica
  2. Infecciones oportunistas oculares.
    • Patologías en el segmento anterior: uveítis y en los anexos oculares
    • Patologías en la retina y en la coroides
  3. Neoplasias de kaposi, linfomas i carcinomas.
  4. Enfermedades neuroftalmológicas
    • Parálisis de los nervios craneales
    • Defectos en el campo de visión
    • Anomalías pupilares
    • Neuritis óptica
    • Papiledema…

ATENCIÓN OPTOMETRICA

  1. Motivo de la consulta
  2. Toma de agudeza visual sin compensación, en caso de que lleve compensación tomar las agudezas visuales con la gafa que traiga el paciente.
  3. Examen objetivo, retinoscopía.
  4. Examen subjetivo
  5. Biomicroscopía, al realizar la exploración ocular se observa un color blanquecino de las estructuras del globo ocular y poca reacción vítrea
  6. Fondo de ojo
  7. Campos visuales, si no se dispone de campímetro realizar confrontación de campos.
  8. Examen de pupilas y de los músculos oculares.
En este tipo de pacientes siempre hay que trabajar en un equipo multidisciplinar, es decir, se requiere la ayuda de su médico internista o inmunólogo, del oftalmólogo por supuesto, e incluso en muchos casos de psicólogo.
Nuestro objetivo como ópticos-optometristas es detectar las posibles patologías que puedan aparecer y en caso de que ya hayan aparecido seguir un control de ellas (siempre derivando y con la colaboración de un oftalmólogo). Muchas veces podemos detectarlas con un cambio en la refracción del paciente o en la disminución de las agudezas visuales de este. Para que esta tarea sea más eficiente y eficaz es muy importante hacer una buena anamnesis y tener muy controladas las agudezas visuales del paciente, porque como bien sabemos los optometristas un cambio en las agudezas visuales o una disminución de estas nos da información de posibles enfermedades oculares que derivando a tiempo a un oftalmólogo para que valore la gravedad del asunto podemos mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes mediante las ayudas ópticas correspondientes para cada caso en concreto, ya que en muchos casos los pacientes con SIDA pueden ser pacientes de baja visión. (Fuente: Óptica para todos)

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